la belleza en lo incorrecto

El alma se nutre de lo imposible. Lo imposible se conoce en el límite. El límite se observa en lo desconocido. Lo desconocido se alcanza por un camino diferente. El camino diferente no siempre es correcto. Lo correcto no siempre nutre el alma.

Encuentro belleza en quien muestra su peor cara. Agradezco a quienes dicen lo que no deseo escuchar. Busco a los desinteresados en lo posible. Sano con los que muestran sus heridas. Aprendo de quienes disfrutan lo ordinario. Admiro a quien comparte su mundo interior. Crezco con quien revela su secreto.

Inspirado en el siguiente extracto de El Nido de la Serpiente de Pedro Juan Gutiérrez:

… Poco después, a los dieciocho años, ya tenía muy claro que mi escritura nunca sería para agradar y entretener. Nunca haría pasar un buen rato a gente correcta, timorata y aburrida. Todo lo contrario. Con mis libros lo pasarían mal porque les haría temblar toda su corrección y sus buenas maneras. Me odiarían.

Yo quería conjurar al demonio y escribir de todo lo que la gente oculta. Todos quieren ser agradables, cultos y precavidamente sensatos. Eso no me interesaba. Así que lo primero era alejarme de ese tipo de gente. El aprendizaje sería en solitario. No tenía nada que preguntar. El escritor perfecto es un fantasma invisible. Nadie puede verlo, pero el tipo escucha y ve todo. Lo más íntimo y lo más secreto de cada persona. Atraviesa paredes y se mete en el cerebro y el alma de los demás. Y después escribe sin miedo. Tiene que arriesgar. El que no se atreve a llegar hasta el límite no tiene derecho a escribir. Hay que empujar a todos los personajes hasta el límite. Hay que aprender a hacerlo. Pero nadie puede enseñar cómo se hace…

¿te la creíste?